Unas 150.000 personas salen a las calles de Barcelona para apoyar el independentismo catalán
Unas 150.000 personas salieron a las calles de Barcelona el domingo 11 de septiembre para celebrar «la Diada», comúnmente conocida como la fiesta nacional de Cataluña, y para protestar por la independencia del noreste de España.
Sin embargo, a diferencia de años anteriores, las consignas en la multitud eran abiertamente hostiles al gobierno regional catalán, que está dirigido por el independentista Esquerra Republicana Catalana (ERC) y el Partido Unitario Catalán (Partido Unitario Catalán de Nia).
Durante la marcha se escucharon gritos pidiendo a los gobiernos regionales que renuncien y «ofrezcan la independencia o convoquen elecciones». Cabe destacar que el presidente del Gobierno autonómico, Pere Aragonès, ERC, y sus ministros se ausentaron de la marcha, en el entendido de que los manifestantes serían hostiles a su gobierno.
Unas 150.000 personas salieron a las calles de Barcelona en apoyo de la independencia catalana.Imagen Cordon Press
En los últimos años, ha habido tensiones entre las dos partes sobre cómo continuar su búsqueda de la independencia. Los Junts han presionado tradicionalmente por una secesión unilateral de España, mientras que ERC prefiere el diálogo; de hecho, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, se ha comprometido a negociar con los gobiernos central y catalán para encontrar una solución al largo conflicto.
Según los organizadores, el número de manifestantes fue de 700.000, pero la policía local calculó el número en 150.000.
La campaña independentista fue organizada por el Congreso Nacional de Cataluña (ANC), una organización cívica de base que desempeñó un papel clave en el movimiento independentista que culminó en un referéndum ilegal de secesión en 2017. La violenta golpiza policial a ciudadanos comunes en esa votación generó titulares, fotos y videos que conmocionaron al mundo y plantearon importantes interrogantes sobre las acciones del entonces gobierno central del BJP y su manejo de la situación.
Posteriormente, el gobierno catalán declaró unilateralmente la independencia basándose en el resultado positivo del referéndum, pero sin las debidas garantías. Esto llevó al gobierno central a intervenir en la región a través del artículo 155 de la constitución, disolviendo el gobierno y convocando nuevas elecciones.
Algunos políticos catalanes, como el entonces presidente del Gobierno Carls Puigdemont, huyeron de España para evitar el juicio, mientras que otros —junto con líderes de asociaciones cívicas como la ANC— fueron juzgados y condenados en la cárcel del Tribunal Supremo. El verano pasado, nueve políticos fueron indultados por el gobierno central y liberados. El presidente del Gobierno Sánchez dijo en su momento que su decisión venía de «la necesidad de reconstruir la convivencia».
Lee mas: