Diam’s confía en «Seven to Eight» sobre su conversión al Islam, su depresión…
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TF1
GENTE – Ella volvió a ser Melanie. Este domingo 26 de junio, la ex estrella del rap francés Diam’s entregó una larga entrevista en el río que le concedió a Audrey Crespo-Mara para siete a ocho, en TF1. Entrevistas que se pueden contar con los dedos de una mano desde hace siete años.
En esta ocasión, la intérprete de Señorita volvió a varios temas que la marcaron, y en particular su depresión. En 2008, cuando estaba en el apogeo de su fama, Diam’s fue internada en un hospital psiquiátrico. “Me dieron muchas pastillas. Muchas pastillas, de la mañana a la noche, tomé muchas pastillas”, respira en una secuencia de Hola, documental que le fue dedicado y que se emitió en el último Festival de Cannes.
“Yo, en ese momento, soy como alguien que está en una tormenta y que va hacia adelante”, comenta Diam’s en siete a ocho, sobre este periodo. Es decir que trato de luchar contra un viento muy muy fuerte, que busca llevarme hacia la muerte. […] Este laberinto, y este vacío interior, nunca lo olvidaré en mi vida.
“En el escenario fui feliz. Fueron 2 horas en las que me olvidé de mis problemas. Pero, son 22 horas de vivir al lado donde sufro y nadie lo ve. Es una depresión inmensa que se convierte en una desesperación inmensa…”@melanie_diams explica su malestar y su intento de suicidio. pic.twitter.com/xPGjq33xE5
— Siete a Ocho (@7a8) 26 de junio de 2022
Como ya ha dicho en el pasado, la religión ha jugado un papel importante en su apaciguamiento. Proveniente de una familia católica, ya era creyente. Fue durante un viaje a Mauricio que decidió interesarse más por el Islam, poco después de haber orado por primera vez con un amigo de su amiga Vitaa.
“No abogué ni mostré nada”
“Creo que la mayor agitación en ese momento estuvo realmente relacionada con el despertar, con la meditación. Realmente era mirar la Creación, lo que me rodeaba, empezar a maravillarme con otras cosas… […] De repente, me tomé el tiempo de mirar el cielo, de mirar la luna, de mirar el sol”, continúa el artista.
Esta realización y esta búsqueda espiritual cambiaron su vida. “Ser creyente es darse cuenta del valor de esta vida”, continúa. No estoy en esta tierra por nada. Tengo muchas cosas geniales que hacer. Tengo muchas cosas geniales que hacer”. Es sola, en una playa, que decide convertirse.
Luego vino el tema del velo. “Estamos hablando de una cuestión casi central y principal en mi historia. Mientras que para mí fue una etapa que seguramente iba a pasar en este camino espiritual que estaba llevando”, explica Diam. En ese momento, ella no quería hablar de eso públicamente. “Que quede claro, yo no abogué ni mostré nada, fuiste tú quien tomó esta foto y la colgó en todos lados”, se defiende.
“Haz solo el bien”
“No soy solo un velo, soy una mujer. No soy solo una mujer velada. Soy una mujer como todas las mujeres. Me parece injusto que a las mujeres con velo se les pida llevar todo lo que pasa en el mundo. Lamento que algunos la padezcan. Pero nosotros, los que hemos decidido llevarlo, no experimentamos las cosas como algunos pueden pensar”, martilleó luego.
Madre de tres hijos, Diam ahora tiene una vida familiar ocupada. “Es decir que yo, mi vida, está en torno a mis hijos, dice. Mis hijos que se levantan por la mañana, que tienen que ir al colegio, mis hijos que llegan del colegio, deberes, etc. Soy como todas las mamás, y cualquier mamá te dirá que llena un día. […] Esta familia es un poco como un sueño. Incluso si sé que podemos construirnos a nosotros mismos, he experimentado dificultades, me he divorciado en mi vida. No digo que sea un todo, pero es parte de mi equilibrio.
Rap está detrás de ella. La que a través de su asociación Big Up Project ayuda a un orfanato en Malí, lo repetía: lo que quiere ahora es “hacer sólo el bien”. «Es el mayor desafío de mi vida», dijo.
Ver también en El Huff Post: “Salam”, el documental sobre Diam’s presenta sus primeras imágenes