España y Francia firman un tratado de amistad sobre asuntos que afectan a la UE en la cumbre de Barcelona
El presidente francés, Emmanuel Macron, y el primer ministro español, Pedro Sánchez, firmaron un tratado de amistad después de una cumbre bilateral en Barcelona el jueves.
La reunión consolidó las buenas relaciones entre los vecinos, y ambos países abogaron por una mayor integración europea y menos nacionalismo en medio de preocupaciones sobre el futuro de la UE.
Según informes de los medios españoles, los políticos encontraron puntos en común en la reunión sobre los principales problemas del continente que afectan a España y Francia.
Estos incluyen la respuesta de la Unión Europea al plan del presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, para impulsar los subsidios a las energías renovables, lo que podría afectar negativamente la inversión europea.
El segundo tema que discutieron fue la reforma del mercado energético europeo para bajar los precios. El tercero es el ascenso de la extrema derecha, que afecta a ambos países.
«Soy una de esas personas que piensan que la extrema derecha es diferente de otras personas”, dijo Macron en una conferencia de prensa después de la cumbre. “Es nacionalismo, es odio a otras personas”.
El primer ministro español eligió Barcelona como sede de la cumbre no solo para celebrar una reunión de este tipo fuera de la capital española, sino también para sofocar los movimientos independentistas en la región.
Si bien un pequeño número de manifestantes (6.000 según la policía local) se manifestó en la cumbre, la ubicación del evento transmitió una sensación de normalidad que ha faltado desde el apogeo del movimiento independentista en 2017 cuando se separó de España y independencia declarada unilateralmente.
«La denominación de este tratado con Francia como Barcelona representa respeto y admiración por la ciudad», dijo Sánchez después de la cumbre.
El presidente del Gobierno también agradeció a Pere Aragonés, presidente del Gobierno de la Generalitat Catalana, la organización del acto. Restó importancia a que Aragonés, el partido de izquierda republicana independentista de Cataluña, no se quedara cuando sonó el himno nacional.
De hecho, el primer ministro señaló que en otras cumbres similares, algunos primeros ministros regionales ni siquiera fueron invitados a asistir. Según El País, se refería a políticos del principal opositor Partido Popular (PP), que no acudieron a la cumbre con Alemania en Galicia, ni a Madrid con Polonia.
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